Aunque nos centremos en muchas ocasiones en el sector privado. Es muy interesante saber que existen más términos empresariales y económicos que se refieren principalmente o exclusivamente al sector público, como es el caso de las inversiones financieras sostenibles.

¿Qué es la Inversión financiera sostenible?
ES una medida adoptada mediante el Decreto Ley 2/2014 y que autoriza a aquellas entidades locales que tengan superávit en sus cuentas de tesorería y que no superen el máximo de deuda permitido, a invertir ese remanente en inversiones sostenibles. Es decir, en vez de destinar ese superávit únicamente a la amortización de la deuda, los ayuntamientos, cabildos y resto de entidades locales pueden destinar ese remanente a actuaciones sostenibles.
Dentro de las inversiones financieras sostenibles que podrá llevar a cabo una entidad local se pueden citar:
Las Siguientes
- Todas las acciones encaminadas a mejorar el sistema de alumbrado, alcantarillado o la recogida de basuras de la zona.
- Acciones es que estén encaminadas al cuidado, respeto del medio ambiente y la eficiencia energética (alumbrado público a base de farolas que sean solares).
- Las inversiones que se destinen al desarrollo y eficiencia de los modelos p0roductivos, tanto en agricultura, ganadería y pesca como en los diferentes sectores industriales y energéticos.
- Las mejoras de infraestructuras, canales de comunicación y sistemas de transporte.
- Cuidado de los parques públicos, zonas verdes y jardines.
- La rehabilitación de los edificios de servicio público o que están destinados a ser usados por la comunidad local.
- Obra para la recuperación de las zonas dañadas por el viento, crecidas de los ríos etc.
Conclusiones
En base a los que hemos visto, se puede concluir que no se consideran inversiones financieras sostenibles aquellos bienes muebles, inmuebles o vehículos destinados a transporte y no sean de uso público o destinado a la mejora de los servicios en la comunidad local.
Un ejemplo muy claro sería la de habilitar un carril-bici, esa sería una inversión financieramente sostenible; la compra de mobiliario de un despacho de un ayuntamiento, no lo es.