¿Quién no tiene un perro o gato como animal de compañía? Es una tendencia en aumento en los hogares de todo el mundo. En los últimos años, ha crecido tanto la adquisición de animales, que las estrategias de inversión en esta área ya son un hecho.
Datos: ¿Por qué invertir en mascotas?
La American Pet Products Association (APPA) constató, en un estudio, que, la industria animal aumentará en un 4% en 2020. Se prevé que el mundo animal alcance los 200.000 millones de dólares, en cinco años.
Un dato curioso: la propiedad de animales en Estados Unidos es más elevada que la tasa de natalidad. La inversión en mascotas es un hecho en la mayoría de grupos demográficos. En EEUU, los millennials y las personas mayores están dispuestos a adquirir mascotas, según el estudio de APPA.

En el país americano, un 70% de la población tiene una mascota. No obstante, Brasil (76%), México (81%) y Argentina (82%) son los primeros países en posesión de animales domésticos. Por su parte, en Europa se calcula que un millón de empleos son generados por esta industria.
La inversión en mascotas
Este fondo de inversión se centra en el bienestar de dos grupos:
- Los animales de compañía, como un miembro más de la familia.
- El ganado.
Su público objetivo son las empresas y compañías de este sector. Acciones orientadas a la fabricación de alimentos, seguros, productos para mascotas, sanidad, etc…

El fondo de inversión se favorece de la digitalización, los cambios demográficos, la sanidad y medicina; factores que impulsan el deseo de tener una mascota. Una inversión, que como cualquier otra, se caracteriza por sus beneficios, y también riesgos. Países como Estados Unidos y España ya ofrecen este producto financiero.
Conclusiones
La ‘humanización de las mascotas’ ha producido este negocio, que actualmente está en alza. A día de hoy, las mascotas son un imprescindible en el hogar. Y ahora también, en el ámbito financiero. La inversión en mascotas es un ejemplo más de las inversiones temáticas.